EL AZÚCAR

La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) representa un valor agregado en la agroindustria azucarera, actualmente los productores están cada vez más convencidos de la importancia de contar con un negocio socialmente responsable, que cuide el medio ambiente y atienda en temas sociales a las comunidades que le rodean; es entonces imprescindible incorporar prácticas de RSE dentro de las líneas de trabajo de las empresas que comprendan toda su cadena de valor.

Para el Sector Azucarero la Responsabilidad Social Empresarial es un factor transversal en toda su cadena de valor, y en los últimos años ha impulsado la creación de prácticas de RSE tomando en cuenta factores de sostenibilidad como: el económico, la salud y seguridad ocupacional y el medio ambiente. Estos factores representan la armonía que debe tener cada negocio para lograr ser sostenible.

Con el fin de fomentar estás prácticas se crea en 1998 la Fundación del Azúcar (FUNDAZUCAR), por iniciativa de los ingenios azucareros del país. FUNDAZUCAR es el brazo estratégico de la Agroindustria Azucarera de El Salvador en temas de sostenibilidad y tiene como objetivos impulsar una cultura de Responsabilidad Social Empresarial a lo largo de su cadena de valor y fomentar el bienestar social y ambiental de las comunidades rurales azucareras, a través de la implementación de programas y proyectos basados en dos pilares estratégicos de acción:

• Pilar I: Erradicación del Trabajo Infantil en el cultivo y cosecha de caña de azúcar, el cual busca alcanzar cero presencia de menores en la corta de caña de azúcar y en aquellas labores de caña que por ley sean prohibidas. Gracias al trabajo realizado por la Agroindustria azucarera a través de FUNDAZUCAR para el año 2015 se alcanzo una disminución del 93% de trabajo infantil[1] en el cultivo y cosecha de caña de azúcar.

• Pilar II: Responsabilidad Social Empresarial, el cual tiene como fin construir una cultura de RSE en la Agroindustria Azucarera de El Salvador. Para este pilar, FUNDAZUCAR cuenta con un Manual de Buenas Prácticas Agrícolas, que busca impulsar una cultura de RSE en el campo, trabajando con su cadena de valor e inculcando la incorporación de buenas prácticas agrícolas en las haciendas cañeras, con este manual se espera lograr progresivamente una agricultura sostenible en el cultivo y cosecha de caña de azúcar. Para la zafra 2015-2016 se logró sensibilizar en buenas prácticas agrícolas a productores que representan el 26% del área cultivada con caña de azúcar a nivel nacional.

La RSE implica incorporar prácticas que abarcan compromisos que van más allá de las obligaciones legales empresariales; sin embargo en la Agroindustria Azucarera son cada vez más los empresarios sean estos productores de caña de azúcar, accionistas de ingenios, transportistas, entre otros– que están comprometidos con la sociedad y con la sostenibilidad.

El Sector Azucarero tiene la convicción que la RSE también se encuentra en el campo; por eso, FUNDAZUCAR capacita y empodera a los productores de caña de azúcar en prácticas de responsabilidad social empresarial, ya que el compromiso de todos los sectores es indispensable para avanzar y lograr negocios socialmente responsables.

[1] De acuerdo con datos del censo matricular 2015 del Ministerio de Educación.

Una parte fundamental de la cadena de valor del azúcar es el sector transporte, este sector constituye una fuente de empleos y es crucial para el progreso económico del país. La infraestructura vial que utiliza este sector facilita un comercio más eficiente y contribuye al desarrollo social, a través de una mayor movilidad desde las zonas rurales hacia las zonas urbanas del país.

La industria azucarera consciente de las necesidades de recuperación de la red vial nacional ha trabajado desde hace varios años de manera conjunta con el Ministerio de Obras Publicas para mejorar la infraestructura vial de El Salvador en la construcción, reconstrucción y habilitación de 15 puentes y la reparación de más de 500 km de calles de tierra o pavimentadas.

El aporte del Sector Azucarero es posible gracias a la firma del Convenio de Cooperación entre el Ministerio de Obras Públicas, Transporte y de Vivienda y Desarrollo Urbano y la Asociación Azucarera de El Salvador, que tiene como objetivo establecer una alianza que permita la cooperación técnica-financiera entre ambas instituciones; además de ejecutar proyectos de mantenimiento y mejora de las diferentes vías del país. Este convenio también facilita el trabajo en conjunto con las diferentes alcaldías donde se realizan los proyectos de restauración vial y el Fondo de Conservación Vial (FOVIAL).

En el marco del convenio el Ministerio de Obras Publicas proporciona: personal, supervisión, obra, maquinaria, puentes tipo bailey, (temporales); y la Asociación Azucarera de El Salvador proporciona: financiamiento para horas extras, alimentación, resguardo de maquinarias, combustible, materiales para realización de obras, pernoctación y seguridad.

Este esfuerzo ha facilitado que 7,000 productores de caña de azúcar del país puedan transportar su materia prima desde el campo de cultivo hacia las plantas de procesamiento de los ingenios azucareros del país. Esta actividad, como parte de la cadena de producción de la agroindustria azucarera, participa del movimiento económico del país con un equivalente del 2.7% del PIB. El sector transporte participa en un buen porcentaje en el empleo que la agroindustria azucarera genera: 50,000 empleos directos y 250,000 empleos indirectos. Entre estos últimos se puede incluir: los empleos para la movilización de las exportaciones de azúcar (refino y crudo) de 360,000 TM´s y 220,000 TM´s de melaza aproximadamente para la zafra 2015-2016; empleos en talleres mecánicos, ventas de repuestos y lubricantes, ventas y reparaciones de llantas, entre otros.

La inversión de la agroindustria azucarera en la red vial del país, además de ser de beneficio para el sector azucarero, trae beneficios para el comercio de otros bienes, servicios y las comunidades, ya que facilita la movilización del transporte de carga nacional e internacional a través de todo el país, lo que contribuye a dinamizar la economía, tanto a nivel local como internacional logrando un impacto importante en la actividad económica del país.

El trabajo realizado entre la Asociación Azucarera de El Salvador y el Ministerio de Obras Publicas, es una muestra del éxito que se puede alcanzar al trabajar conjuntamente entre la empresa privada y el sector gubernamental, con una visión compartida en la búsqueda de mejorar la red vial de El Salvador.

Uno de los problemas mas graves que enfrentan los sectores productivos en el país es la delincuencia. Como una respuesta para disminuir sus efectos la Asociación Azucarera de El Salvador logró la firma de un Convenio Marco Bilateral con la Policía Nacional Civil (PNC), dentro del “Plan de Seguridad y Apoyo a la Producción del Sector Agropecuario”, que permite poner en marcha diferentes Programas de Seguridad Territoriales, con el objetivo de llevar tranquilidad a productores, pobladores y comunidades en las zonas con influencia de plantaciones de caña e Ingenios Azucareros.

El plan se ha diseñado de acuerdo a las exigencias del fenómeno de inseguridad, incursionando en diferentes áreas. A la fecha se están realizando las siguientes acciones:    

• Coordinación activa con los actores involucrados, a través de mesas de trabajo con el objetivo de fortalecer la integración institucional y sectorial.
• Campañas de prevención, con las cuales se brinda charlas de sensibilización a los habitantes de comunidades aledañas a los campos de caña de azúcar y a estudiantes de centros escolares de esas mismas áreas. En las charlas se abordan temas sobre la prevención de la violencia y la inseguridad en el campo.
• Programa de capacitación, dirigido a productores y personal de la PNC con el fin de conocer la normativa legal y penal que tiene aplicabilidad en el sector azucarero.
• Recuperación de territorios a través de Programas de Seguridad operativos específicos en diferentes Departamentos.

Dentro de las atribuciones del convenio incluye para Asociación Azucarera de El Salvador la de proporcionar equipos de transporte, mantenimiento de este, combustible para su operación, equipos de comunicación, sitios de acomodamiento y alimentación para el personal operativo de la PNC de cada Programa, entre otros.

Con la inversión de estos recursos el Sector Azucarero le apuesta a la reducción de la violencia, objetivo principal del Plan; además logra unificar bajo una misma línea de trabajo a los ingenios azucareros del país,  productores de caña de azúcar, transportistas, trabajadores del área agrícola y a las comunidades en general para lograr una sociedad alejada de la violencia y con vista hacia el desarrollo sostenible de la economía y la familia salvadoreña.

El Plan de Seguridad y Apoyo a la Producción del Sector Agropecuario,  en su modalidad de Programas de Seguridad Territoriales, originalmente se implementó como un plan piloto en el  sur de los departamentos de San Salvador, La Paz y La Libertad; pero dado su éxito se ha expandido al norte de San Salvador, La Libertad,  Chalatenango y Cuscatlán; focalizando el esfuerzo en las zonas con mayor índice de delincuencia.

Los programa de seguridad territorial, contemplan la ejecución de acciones operativas, investigativas y de prevención en cooperación con el sector azucarero, con la finalidad de mejorar el ambiente de seguridad de productores, transportistas, comerciantes y la comunidad; También se implementan los Programas de Seguridad Temporales, que consisten en la asignación de personal policial durante el periodo de zafra para reforzar la seguridad en los territorio.

Con la implementación del Plan de Seguridad y Apoyo a la Producción del Sector Agropecuario, la Agroindustria Azucarera pone de manifiesto nuevamente, su compromiso de dar sostenibilidad al sector azucarero, como motor de desarrollo y creador de puestos de trabajo y en especial en llevar tranquilidad a los pobladores y comunidades beneficiadas a través de la prevención de la violencia y la convivencia pacífica que permite un desarrollo pleno de la sociedad.

Alrededor de 419 productores de caña, que representan el 26 % del total de hectáreas cultivadas con caña de azúcar en El Salvador fueron capacitados en “buenas prácticas agrícolas del cultivo de caña de azúcar”, dirigida a los productores de ese cultivo.

La Asociación Azucarera de El Salvador y la Fundación del Azúcar (Fundazucar) realizaron, recientemente, el acto de clausura de la primera promoción de dicha capacitación, como parte del “Plan Estratégico de Sostenibilidad para el cultivo de caña de azúcar”, que Fundazucar y los ingenios azucarero del país desarrollan con el apoyo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Agencia de Cooperación Alemana (GIZ) y Syngenta.

La capacitación fue impartida durante los meses de octubre de 2015 a agosto de 2016, con un total de duración de 30 horas teórico-prácticas.

Con este aporte se confirma el compromiso del sector azucarero de El Salvador por apoyar firmemente las acciones encaminadas a fortalecer y lograr la sostenibilidad de los diferentes actores que forman su cadena de valor, además de contribuir al progreso pleno de las comunidades y lograr así el desarrollo sostenible de la sociedad.

El objetivo de la capacitación es que los productores y prestadores de servicio agrícola cuenten con una herramienta que facilite la implementación de las buenas prácticas agrícolas en su propiedad productora de caña de azúcar.

De esta forma, los productores pueden establecer un programa de mejora continua e incorporar prácticas de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) en su propiedad cultivada con caña de azúcar.

La capacitación contempla el seguimiento y monitoreo de las acciones que los productores realizan, con el fin de verificar las acciones que se están implementando en las haciendas cañeras.

El eje principal de este proceso son las buenas prácticas agrícolas que representan un conjunto de recomendaciones técnicas para garantizar la producción de alimentos sanos e inocuos para los consumidores, protegiendo la salud, la seguridad y el bienestar de los trabajadores agrícolas. Además de respetar el medio ambiente, asegurando así patrones de producción y consumo sostenibles y marcando un antes y un después en la economía rural.

Las personas que participaron en este evento de clausura fueron 419 agricultores procedentes de todas partes del país.

La participación de menores en actividades laborales ha sido una práctica a lo largo de La historia, concentrándose en el sector agrícola y en el informal.

De acuerdo con el Convenio 182 de La Organización Internacional del Trabajo (OIT), trabajo infantil es aquél que por su naturaleza o por Las
condiciones en que se lleve a cabo, dañe La salud, La seguridad o La moralidad de los menores.

Actualmente existe un compromiso a nivel mundial para erradicar el trabajo infantil que afecta el bienestar del menor y compromete su educación y desarrollo personal. En el caso de El Salvador la Agroindustria Azucarera, a través de FUNDAZUCAR, implementa desde hace más de una década La ‘Política de Cero Tolerancia al Trabajo Infantil’ que es La estricta prohibición de personas menores de 18 años en el cultivo y cosecha de caña de azúcar y en otras actividades relacionadas a dicho cultivo.

La Política de Cero Tolerancia al Trabajo Infantil consta de cinco áreas fundamentales:

Cláusula en contrato de compra venta de caña: a partir del año 2007 el Sector Azucarero, a través del Consejo Nacional de La Agroindustria Azucarera (CONSAA) incluye cláusulas que no permiten que menores de 18 años de edad realicen trabajos en el Sector Azucarero.

Plan de sensibilización para erradicar el trabajo infantil: este se desarrolla con grupos claves que integran La cadena de producción del azúcar como: productores de caña de azúcar, socios de cooperativas, administradores de finca, caporales, rozadores, estudiantes, padres y madres de familia. EI objetivo del plan es sensibilizar sobre La normativa legal y Las consecuencias del trabajo infantil a Las comunidades rurales azucareras.

Estandarización del proceso de cumplimiento: es fundamental para el Sector Azucarero que los ingenios posean procedimientos de estandarización de La Política de Cero Tolerancia al Trabajo infantil, con el fin de facilitar La aplicación dela misma. Estos procedimientos incluyen sanciones a su incumplimiento.

Socios estratégicos: para lograrla sostenibilidad de los esfuerzos realizados se han constituido alianzas con el sector público, como por ejemplo La renovación en el año 2015 del Convenio de Cooperación para La Erradicación del Trabajo Infantil en el sector de La Coña de Azúcar firmado por el Ministerio de Trabajo y Previsión Social, La Asociación Azucarera de El Salvador y FUNDAZUCAR.

Auditoría externa de trabajo infantil: los ingenios azucareros consideran importante el seguimiento y monitoreo del programa de erradicación del trabajo infantil, para lo cual contratan una auditoría externa, que evalúe cuantitativamente los resultados del programa, constatando la no presencia de menores de 18 años en Las áreas de cultivo de caña.

Como resultado delas acciones realizadas durante catorce años por ingenios azucareros, sector gubernamental, OIT, productores de caña de azúcar y el apoyo de todos los actores de La Agroindustria Azucarera, en el año 2015 se reportó una disminución de 93% 1 de trabajo infantil en el cultivo y cosecha de caña de azúcar.

Los resultados anteriores han permitido que FUNDAZUCAR sea reconocida nacional e internacionalmente por entidades como el Comité Nacional de Erradicación del Trabajo Infantil, del cual forma parte como representante de La sociedad civil y La Organización internacional del Trabajo quien reconoce La experiencia del Sector Azucarero de EI Salvador como un caso de éxito, el cual ha sido compartido en diferentes foros a nivel nacional e internacional.

Esto refleja el compromiso asumido por el Sector Azucarero para La erradicación del trabajo infantil en el cultivo de caña de azúcar.

Para el Sector Azucarero de El Salvador es indispensable promover buenas prácticas en la agricultura; hacemos propio el reto que señala las Naciones Unidas: “inculcar en los productores agrícolas una visión de agricultura sostenible que satisfaga las necesidades de las generaciones presentes y futuras de sus productos y servicios, garantizando al mismo tiempo la rentabilidad, la salud del medio ambiente y la equidad social y económica”^[1]. Como una respuesta a estos desafíos FUNDAZUCAR, brazo estratégico en temas de sostenibilidad de la Agroindustria Azucarera, impulsa desde el año 2015 la implementación del Manual de Buenas Prácticas Agrícolas.

El Manual es un conjunto de recomendaciones técnicas que garantizan la producción de alimentos sanos e inocuos para los consumidores, protegiendo la salud, la seguridad y el bienestar de los trabajadores agrícolas y el medio ambiente, asegurando patrones de producción y consumo sostenibles; asimismo el manual está fundamentado en los ejes de conservación de suelos, uso responsable de agroquímicos, respeto a la biodiversidad, respeto a la mano de obra, uso responsable del agua y la política del buen vecino; elementos indispensables de la agricultura sostenible.

El Manual de Buenas Prácticas Agrícolas se compone de tres documentos que son:

• Manual de Buenas Prácticas Agrícolas, que describe las principales prácticas agrícolas que se deben de aplicar durante el periodo de cultivo y cosecha de caña de azúcar de una manera práctica, amigable y de fácil lectura.
• Guía Técnica de Buenas Prácticas Agrícolas, la cual explica de manera técnica como implementar las buenas prácticas agrícolas descritas en el Manual de Buenas Prácticas Agrícolas.
• Cuaderno de Registro de Buenas Prácticas Agrícolas, el cual contiene los formatos que todo productor de caña de azúcar debe emplear para documentar y evidenciar su cumplimiento.

Hasta la fecha FUNDAZUCAR se encuentra trabajando en la implementación de buenas prácticas agrícolas, a través de la transferencia de conocimiento a los productores de caña de azúcar que representan el 25% del área cultivada con caña de azúcar a nivel nacional y tiene previsto continuar de manera gradual con la implementación de buenas prácticas agrícolas hasta alcanzar el 100% del área cultivada, y de esta forma lograr un impacto en la agricultura y en las comunidades que rodean el cultivo de caña de azúcar.

Actualmente el comercio mundial demanda de los países una diferenciación en la forma de hacer negocios competitivos y para lograrlo debe asumirse el compromiso de apoyar la sostenibilidad de las acciones que desarrollan los diferentes actores que conforman la cadena de valor; el manual de buenas prácticas agrícolas representa un paso importante mediante el cual se apoya a los miembros de la cadena de valor, con el fin de lograr la sostenibilidad de la agroindustria azucarera de El Salvador.

Con este proyecto FUNDAZUCAR busca que agricultores dedicados al cultivo de la caña de azúcar, ingenios azucareros y comunidades rurales ubicadas en las zonas cañeras continúen trabajando de la mano para la implementación de las buenas prácticas agrícolas, a fin de  construir un mejor futuro que permita crear un desarrollo social paralelo al desarrollo económico; además esta iniciativa pretende  incentivar a todos los empresarios agrícolas y sus cadenas de valor para lograr conjuntamente una agricultura sostenible a nivel nacional.

El crecimiento y la diversificación en la agroindustria azucarera han sido una tarea titánica que ha requerido de esfuerzo y compromiso de una cadena productiva dinámica y sostenible.

La producción y el procesamiento de caña de azúcar brinda empleos de forma directa a más de 50,000 salvadoreños e indirecta a 180,000.

La agroindustria está conformada por 7,000 productores de caña y seis ingenios azucareros. La mayoría de los productores son miembros de cooperativas de la reforma agraria y el resto lo constituyen productores independientes, en su mayoría pequeños y medianos.

La agroindustria azucarera aporta en otras áreas de la economía con 2.6 % del Producto Interno Bruto nacional, el 2.5 % de la inversión privada, el 8 % de la capacidad instalada para la generación eléctrica, 2.6 % de los impuestos percibidos por el Gobierno y 4.2 % de las exportaciones.

En los últimos 15 años la industria ha crecido en 35 % en producción de caña, 37 % en la producción de azúcar y 54 % en la exportación de dicho producto.

El Salvador es el segundo mayor productor y exportador de azúcar de Centroamérica y ocupa desde hace muchos años el primer lugar en eficiencia industrial, es decir, los ingenios salvadoreños tienen los rendimientos más altos de Centroamérica en extracción de azúcar por tonelada de caña procesada.

El crecimiento se ve reflejado en el incremento de exportaciones y en la diversificación del sector.

La agroindustria produce azúcar de distintas calidades, tales como cruda a granel y ensacada, blanca y refinada; melaza y alcohol.

El destino de las exportaciones de azúcar salvadoreña y melaza incluyen Estados Unidos, la Unión Europea y países asiáticos como China, Corea y Taiwán, entre otros.
En relación con la generación de energía eléctrica, gracias a las inversiones realizadas, los ingenios producen su propia energía eléctrica de fuentes renovables y generan excedentes que se inyectan a la red eléctrica nacional.

Con esto, se reduce la necesidad del país de importar derivados de petróleo, se ahorran divisas y se produce una importante generación de actividad económica.
El reto más importante del sector es mantener e incrementar su competitividad a escala internacional de forma sostenible, por lo que ha desarrollado desde FUNDAZUCAR, fundación de los ingenios azucareros para promover el desarrollo económico y social en las comunidades en que se cultiva caña, el Plan Estratégico de Sostenibilidad para el Cultivo de Caña de Azúcar de El Salvador, el cual contempla la aplicación de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), que son un conjunto de recomendaciones técnicas para garantizar la producción de alimentos sanos e inocuos para los consumidores, protegiendo la salud, la seguridad y el bienestar de los trabajadores agrícolas y el medio ambiente, asegurando patrones de producción y consumo sostenibles.

Con los aportes mencionados anteriormente y la visión de sostenibilidad de la agroindustria azucarera, esta se mantendrá como un pilar fundamental para el sector productivo del país, permitiendo que El Salvador sea autosuficiente en la producción de azúcar, incorporando principios de sostenibilidad, equidad y desarrollo.